Aquí tienes nuestros consejos e ideas para introducir una sauna en tu baño.
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Ideas, consejos y recomendaciones para disponer de una sauna en tu hogar
Hoy en día una de las tendencias de uso es la de enriquecer las viviendas con verdaderos espacios de bienestar, por lo que las ofertas comerciales más extendidas persiguen esta actitud ofreciendo soluciones cada vez más “personalizadas” en cuanto a diseño, materiales y dimensiones, con un consumo eléctrico sostenible a partir de un sistema doméstico común.
Es el caso de la sauna, ya sea la tradicional finlandesa o la de infrarrojos, que puede construirse fácilmente incluso en espacios reducidos muy similares a los de una cabina de ducha común.
La sauna tradicional, la finlandesa, parece un producto relajante que funciona gracias a la estufa, el verdadero “corazón” de la sauna doméstica con una potencia que varía en función del tamaño y el volumen a calentar. Un mayor volumen requiere, obviamente, un calentador con más potencia, pero esta potencia se suele utilizar también en saunas más pequeñas para calentar la sala en menos tiempo.
La relajación de la tensión en el hogar es ahora mucho más accesible y con mayores beneficios como una mejor higiene y condiciones de uso específicas, tales como la temperatura cómoda o una combinación deseada de los aceites esenciales pueden ser usados.
En este artículo te damos una serie de ideas y consejos para elegir una sauna doméstica, desde los requisitos de espacio hasta los precios y las soluciones preferidas para el bienestar diario.
Un verdadero SPA para su hogar
¿Tenemos ganas de bienestar y queremos introducir una sauna en nuestro baño? Si los recursos económicos lo permiten, podemos elegir entre una amplia gama de elementos comerciales que ofrecen las mismas funciones que las saunas que encontramos en los balnearios.
El objetivo es también limitar su tamaño, para que también puedan encajar perfectamente en los baños domésticos.
Dimensiones de la sauna
La primera regla que hay que respetar a la hora de introducir una sauna en nuestro baño se basa en la demanda de espacio, ya que es un elemento bastante voluminoso.
Las saunas domésticas más pequeñas requieren al menos un metro y medio de espacio, mientras que las más grandes pueden llegar a tener dos o dos metros y medio.
¿Sauna finlandesa o turca en casa?
Las mejores saunas para llevar a casa son las finlandesas, que ofrecen calor seco.
Para Finlandia, la sauna es lo primero que se construye cuando se quiere una casa nueva, y se considera un lugar para socializar (como en los baños romanos y el hammam turco) y para relajarse y regenerarse.
Es sin duda una panacea para el cuerpo, y no es casualidad que los finlandeses la llamen “la farmacia del pobre”. De hecho, fue en esta misma tierra donde nació la tradición del baño de vapor, que se remonta al año 1100. Algunas investigaciones parecen demostrar que fue su uso diario lo que hizo que los pueblos nórdicos fueran tan longevos.
Muchas saunas diseñadas para particulares ofrecen una doble función de sauna finlandesa y baño turco, es decir, permiten variar el tipo y la intensidad del vapor.
El abeto, el corcho prensado e incluso el peral oriental son las especies de madera elegidas para fabricar estos elementos, que tienen un sistema de funcionamiento interno muy sofisticado.
Cómo diseñar y construir una sauna en casa
Si queremos poner una sauna en nuestro cuarto de baño, debemos comprobar que la potencia eléctrica puede satisfacer nuestras necesidades.
Esto se debe a que el agua se lleva a la evaporación y se mantiene a temperatura durante un tiempo variable.
Cómo evitar la condensación de la sauna en casa
Al mismo tiempo, es necesario preguntar a las empresas instaladoras sobre las especificaciones técnicas de gestión de la condensación, un aspecto que no puede dejarse al azar y que merece un análisis cuidadoso.
De hecho, el condensado resultante de la generación de vapor debe ser expulsado correctamente, mediante sistemas de tuberías que permitan su recogida o expulsión al exterior.
Estos aspectos técnicos pueden solicitarse a los fabricantes, que podrán facilitarle toda la información que necesite.
Una vez establecida la viabilidad del proyecto, resulta sencillo introducir la sauna en nuestro cuarto de baño, un elemento que realmente puede proporcionarnos momentos inolvidables de relajación, pero todavía existe el problema del coste…